La exposición recupera la obra y figura de los tres escultores herederos directos de la tradición escultórica decimonónica y participantes de la corriente renovadora de la escultura española post-Benlliure. Se persigue también enriquecer la visión de conjunto de estos artistas y su época, abriendo nuevas vías de investigación y contribuyendo con ello a su valoración crítica.
Las esculturas de los tres autores de muy diversos formatos se disponen en una serie de peanas alineadas y conectadas entre sí formando una sucesión de estructuras que organizan el espacio y la distribución cronológica y por autores de las piezas, permitiendo la ausencia de muros que compartimenten la sala. Seis bandas reproducen algunas esculturas perdidas de los artistas proponiendo un paisaje de piezas de gran formato como fondo y contraste de los originales dotando además de espectacularidad a la escenografía.