La exposición es una mirada retrospectiva a los inicios de la Universidad Politécnica de Valencia en 1968 y se desarrolla con un montaje audiovisual que muestra el pasado, presente y futuro, así como una muestra de los objetos más significativos, de la historia de la UPV. La museografía se desarrolla distribuyendo las peanas y paneles, que contienen los objetos y textos de cada Escuela, de la misma forma que se sitúan en el campus. Así, el mobiliario adquiere el significado de edificio. Una gran caja de luz, de 25 metros de largo, narra la historia de la UPV longitudinalmente y en paralelo al itinerario que marcan las piezas.